Cuando era niño mi padre siempre me decía " hijo, escucha siempre más que hables, porque cuando hablas, estarás negando la posibilidad de aprender"
Me convertí en adulto y, en mi vida profesional como ingeniero, he conocido a personas (a los que podríamos llamar ingenieros), que hablan demasiado presumiendo de sus supuestos saberes, que son prepotentes, se muestran altivos, altaneros, arrogantes, vanidosos e incluso muestran desprecio hacia los demás. Es en esos momentos, cuando me viene a la mente un símil con la típica escena de película china de Kung Fu, donde el chino aprendiz que hace de "malo", cargado con ignorante arrogancia, provoca al humilde y callado maestro, que intenta por todos los medios evitar la confrontación.
Y os preguntaréis ¿Qué tiene que ver el Kung Fu con la ingeniería?. Pues bien, originalmente el término Kung Fu se definió como una habilidad adquirida a través del tiempo, con esfuerzo, dedicación y continuidad. Por éste motivo, no es sólo exclusivo de las artes marciales, sino de cualquier actividad que se realice procurando hacerlo de la mejor manera posible. Si trasladamos éste concepto al mundo de la ingeniería, el estado de maestro en Kung Fu de Ingeniería, sólo será otorgado a aquel que tras una larga vida profesional de esfuerzo, tenacidad, persistencia y conocimientos adquiridos, llegue a conocerse a si mismo y a las limitaciones de sus saberes y experiencia. Porque no hay maestro absoluto ni perfecto, un maestro será aquel que por sus conocimientos y experiencia acumulada se encuentra en un nivel superior que le permite ver las cosas más claramente. Un ingeniero con Kung Fu será un auténtico líder en la sombra, mentor para los jóvenes ingenieros a su cargo y, que sabrá potenciar las habilidades personales de cada persona sin temor a que en un futuro se conviertan en mejores maestros que él.
Por ello, podemos expresar en el lenguaje universal de las matemáticas, el estado de Kung Fu íntimamente ligado al ego de la persona como:
$$Ego=\lim_{conocimiento \to \infty}=\frac{1}{Conocimiento}$$
Como decía el filósofo chino Lao Tse, "El que habla no sabe y el que sabe no habla ". El ingeniero que profundiza en las cosas, suele hablar con cautela y discreción, porque cuanto más se ahonda en los conocimientos, más consciente se es de las limitaciones del saber. Los que hablan a la ligera y hacen juicios precipitados sobre las personas o los asuntos, suelen hablar demasiado y sin mucho conocimiento.
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